Lo más habitual es que estas fórmulas de inicio sean de origen animal, ya que proceden de la leche de vaca aunque modificada. Suelen presentarse en un polvo fino que se disuelve en contacto con agua caliente, también existen leches de bebé de inicio ya preparadas, listas para tomar (recomendadas en prematuros por seguridad al ser estériles) y líquidas concentradas.

En el mercado existen diversas marcas que pueden variar en sus ingredientes adecuadas para los bebés sanos (sin problemas nutricionales) pero también existen leches para bebés prematuros, con problemas de reflujo, intolerantes a la lactosa, al gluten…