Para acertar en la elección de tus cremas hidratantes te recomendamos hacer este breve test con el que identificarás tu tipo de piel, márcalo en el filtro de características de esta categoría de hidratantes faciales y tendrás tu selección de productos idóneos para garantizar una hidratación de tu piel duradera.

Te recomendamos hidratar tu cutis dos veces al día, aplicación por la mañana y por la noche, previa limpieza de rostro siempre. Además, de forma complementaria y semanalmente es aconsejable que hagas un peeling de las células muertas -la capa más superficial- con un producto exfoliante, esto aportará luminosidad inmediata a tu rostro. 

SELECCIONAMOS TU HIDRATANTE FACIAL

Vamos a detallarte las características principales para que elijas tus hidratantes faciales idóneos:

SEGÚN TU EDAD

Piel juvenil: 

Normalmente niños y niñas que no estén sufriendo el típico acné de la pubertad se encontrarán más cómodos aplicándose emulsiones, geles o cremas-geles hidratantes porque su absorción rápida le deja una sensación de piel no grasa. En algunos casos son productos oil-free o libres de grasa.

Piel adulta:

Si tienes una piel resistente sin complicaciones, podrás usar el producto cosmético que más te agrade, te recomendamos que te orientes a continuación según tu tipo de piel.

Piel madura:

En esta etapa de madurez de la vida, tu piel sufre cambios hormonales y estructurales que suelen llevar aparejado una pérdida de hidratación importante además de aparición de signos marcados de la edad. Te recomendamos una profunda hidratación, incluso con cremas nutritivas (oclusivas) según tu tipo de piel (ver a continuación) acompañada de cosméticos anti-edad, pues se necesita la combinación de ambos.

SEGÚN TU TIPO DE PIEL

Para piel normal y mixta:

Tu piel tendrá ciertos brillos en la “zona T” de la nariz y la frente, y el resto del rostro será piel normal sin brillos. Usa productos que así lo indiquen como “piel normal y mixta”

Para piel seca:

Es una piel que sufre pérdida de agua por alteración de la estructura de la epidermis, en consecuencia se pierde elasticidad de la piel, lo que se traduce en falta de luminosidad y piel áspera. Necesitará productos que aporten lípidos, ceramidas fundamentalmente.

Para piel deshidratada:

Esta piel también sufre pérdida de agua debido a alteraciones del factor de hidratación natural, el cual se recupera a base de ingredientes hidrófilos (que capturan agua) como glicerina y urea entre otros.

Para piel acneica:

Sea por padecer un acné juvenil o tardío, tu piel secreta exceso de grasa (sebo) y se forman granos (comedones). Has de aplicarte productos no comedogénicos (que no te produzcan granos) que pueden venir formulados como emulsiones, geles u otras formulaciones, quedando normalmente las cremas descartadas por su contenido graso.